Reiki en el hospital, con resultados sorprendentes
Por Marisa Cortéz / Especial
Esta técnica japonesa de armonización natural ya se está
aplicando como terapia para el dolor en el Hospital Tornú. Es gratis,
ayuda a un menor consumo de analgésicos y disminuye la ansiedad. La
generosidad en nuestras manos
Reikistas atendiendo a un paciente en el Hospital Tornú.
23/10/12 - 16:19
Todos los jueves, poco antes de las nueve de la mañana, Adriana y un grupo de maestros practicantes de reiki se reúnen en el
Centro de Dolor del Hospital de Agudos Dr. E. Tornú de Buenos Aires.
Allí,
desde febrero, se ha instalado una sala donde pacientes, familiares,
personal del hospital y otras personas que lo necesiten pueden acceder
gratuitamente a sesiones de esta disciplina de origen japonés que sólo
necesita de las manos para aliviar, no tiene efectos adversos y, según
profesionales del hospital, arroja resultados sorprendentes.
“Se
acercó Adriana Ginatto, maestra de Reiki, del grupo autoconvocado Reiki
al Servicio, presentando una propuesta para brindar sesiones y
capacitación gratuitas, para pacientes, acompañantes y personal del
hospital”, comenta la Dra. Teresa Franco, médica anestesióloga y experta
en Dolor y Cuidados Paliativos, coordinadora del Centro de Dolor del
Hospital Tornú, dependiente del servicio de anestesia de la institución.
“Este centro de dolor es multidisciplinario, es decir, tratamos
de enfocar el tratamiento del dolor en forma integral, desde lo físico,
emocional, mental y espiritual; sabemos que existen varias herramientas
para lograr que el paciente que sufre pueda encontrar respuesta. Y los
resultados que verificamos nos alientan a utilizar Reiki, sin dudas”,
agrega.
El Reiki es un sistema de armonización natural que
proviene de Japón: quien descubrió y desarrolló este método fue Mikao
Usui, en 1922. Su enseñanza y práctica estan muy difundidas en el país y
en el mundo.
La persona que recibe capacitación y va
perfeccionándose hasta alcanzar el nivel de maestro aprende a canalizar
la energía que toma no de sí misma, sino de lo que se llama energía del
vacío, primordial o universal; y mediante sus manos, sin siquiera tocar a
su receptor, puede aplicarla.
Habitualmente, se realizan
sesiones en las que el reikista va desplazándose por diversas zonas del
cuerpo de su receptor y, al detectar desequilibrios, modula el flujo de
energía, hasta lograr un equilibrio.
Al inicio, las personas
capacitadas en Reiki trabajaban con los pacientes y los miembros del
personal que así lo deseaban, tanto dándoles sesiones como entrenándolos
para que pudieran autotratarse. Pero con mel correr de los eses, la
noticia viajó de boca en boca y ahora también se acercan familiares,
personal de otras áreas del hospital y de otras instituciones.
Menos analgésicos y más esperanza
La Dra. Franco es quien está haciendo la evaluación y el relevamiento de los casos, llevando fichas de cada paciente.
“Lo que verificamos es menos queja dolorosa, aumento de la esperanza
con respecto a la cronicidad de sus enfermedades, satisfacción en cuanto
a la calidad de atención y con la creación de un área de Reiki dentro
del hospital -enumera la especialista-. También se observó la
disminución del consumo de analgésicos; en esto creo que es clave que se
enseñe a los pacientes a realizarse Reiki antes y/o durante la
aparición del dolor. Por otra parte, vemos que los pacientes crónicos
han dejado de asistir al centro en forma compulsiva, y pensamos que
autotratarse con Reiki les permite resolver ellos mismos las sensaciones
emocionales que acompañan al dolor crónico.”
Lo emocional es una
de las bases en las que parece asentarse la mejoría, pero no es lo
único. Apunta la Dra. Franco: “Notamos que los pacientes tienen mayor
autonomía con respecto al manejo de su dolor y energía. Lo más notable
es la disminución del dolor y de la ansiedad en todos los casos, y la
aparición de una sensación de bienestar y equilibrio emocional, físico,
mental y espiritual. En algunas ocasiones, nos animamos a decir que se
produce una reversión de ciertas patologías a través del efecto
acumulativo logrado en las sesiones.”
Médicos y enfermeras, también
Adriana
Ginatto es una de las fundadoras de Reiki al Servicio, organización que
tiene como objetivo difundir el Reiki en centros de salud, escuelas y
otras instituciones de forma gratuita, dando sesiones e iniciaciones
(así se llama la capacitación, que tiene varios niveles) de esta
técnica. Ella cuenta el día a día.
“En el Hospital Tornú nos
habilitaron una sala con dos camas, una camilla y sillas. No parece
mucho, pero allí, durante dos horas por semana, podemos dar entre 20 y
30 sesiones de reiki, ya que trabajamos varios reikistas al mismo tiempo
con un paciente, dando Reiki en varias zonas del cuerpo a la vez, lo
cual acorta los tiempos, que en una sesión individual son más largos. La
mayoría de esos pacientes tienen dolor crónico, y vienen al hospital
exclusivamente a tomar la sesión. Allí sóo damos Reiki; las iniciaciones
gratuitas las realizamos fuera del hospital.”
Tanto ella como la
Dra. Franco destacan el acierto de formar en Reiki a los que trabajan
en salud. Algunas enfermeras y otros miembros del hospital han sido
iniciados. “Los profesionales, al estar capacitados para realizar Reiki,
sienten que sus consultas son más eficaces", explica la Dra. Franco,
una de las primeras profesionales iniciadas en Reiki en el Hospital
Tornú.
Ella cuenta su propia experiencia. “El Reiki me sirve en
forma particular y también para utilizar con los pacientes. Antes,
cuando venían gritando de dolor, me desesperaba porque los analgésicos
pueden aliviar el dolor físico pero no calman el sufrimiento que
ocasiona la patología dolorosa, y no sabía cómo ayudarlos. Ahora yo les
hago 15 minutos de Reiki y el alivio es completo, en esa instancia se
puede hacer una buena historia clínica, un buen diagnóstico y, por ende,
un mejor tratamiento. También podemos experimentar un mejor ambiente de
trabajo dentro del centro, ya que todos estamos capacitados para
ofrecer alivio, sin efectos colaterales, con muy alta eficacia y,
además, gratuitamente”.
Carta desde Europa
Víctor Fernández Casanova es uno de los maestros más respetados de Reiki de Europa, presidente de la
Federación Europea de Reiki Profesional.
Al preguntarle por las experiencias que se han hecho en ese continente,
testimonia una realidad de la que él mismo es protagonista y que
permite imaginar lo que, en el futuro, podríamos vivir en la Argentina.
“En
España, hace relativamente pocos años que el Reiki ha saltado de los
círculos misteriosos en los que apareció inicialmente. El trabajo para
introducir Reiki en el ámbito hospitalario se empezó gracias a la labor
de numerosas personas que fueron como voluntarios a los hospitales para
impartir terapia a los pacientes que aceptaban recibirla, firmando para
ello un documento donde daban su consentimiento. Y hoy es una de las
terapias complementarias que gozan de mayor aceptación.”
“Reiki
se ha implantado en 12 hospitales y en 14 centros de salud en Madrid, y
más de 3.000 profesionales sanitarios han sido formados en Reiki. En el
Hospital Ramón y Cajal se ha creado el primer gabinete de Reiki que
funciona en un hospital público, con más de 400 profesionales formados
que atienden a 150 personas por semana en consultas de oncología y en el
hospital de día. En Barcelona, donde resido, se usa también en el
Hospital de la Vall d'Hebron, el Hospital Clínico y el Hospital de
Mataró, además de ser una enseñanza impartida a través de los Colegios
Oficiales de Enfermería y la Federación Europea de Reiki Profesional,
exclusivamente para personal sanitario.”
El maestro español
comenta también que se ha creado una Comisión de Reiki, dirigida por la
Federación Europea de Reiki a través de la
Asociación de Profesionales de Terapeutas Naturales
para crear las bases de una regulación de Reiki como una terapia
complementaria reconocida por la legislación vigente, que garantice la
máxima profesionalidad. “Sin duda, Reiki ha sorprendido por su rápida
aceptación en un mundo científico como el de la sanidad pública y
privada, pero es un gran avance que nos indica que, realmente, el mundo
está cambiando.”
Reiki es, ahora, una de las terapias
complementarias más usadas en hospitales de EE.UU., y está disponible a
través de la Seguridad Social Británica y Alemana, así como en diversas
aseguradoras de salud en Suiza y en España.
Los que se suman
Los integrantes de Reiki al Servicio
(reikialservicio.blogspot.com) también reciben cuidados.
“Organizar
un equipo de personas que dé Reiki en un área hospitalaria requiere no
sólo ayudar a los pacientes -explica Adriana Ginatto-, sino también
preservar a quienes dan el servicio, que estén adecuadamente entrenados
y equilibrados, para que no sean afectados por lo que reciben, a nivel
emocional, físico y espiritual. Todos los que trabajan allí lo hacen
gratuitamente, es un gesto profundo de amor y eso está en nuestras
manos. Por eso establecemos ciertas reglas para quienes quieran
acercarse, pueden ser maestros o iniciados avanzados. Estamos
convocando permanentemente y podemos informarles a través de
reikialservicio@gmail.com.”
Este grupo ha trabajado
silenciosamente y lo sigue haciendo desde hace años en los hospitales
de Buenos Aires, allí donde encuentran eco. Por ejemplo, Adriana
comenta que en el Hospital de Niños Pedro de Elizalde se presentó un
proyecto para dar Reiki a los pequeños pacientes, con 250 firmas,
incluidos médicos y enfermeras del hospital y que ya fue aprobado por
el director y la Comisión de Bioética, “pero como implica el ingreso de
personas ajenas al personal fuera del horario de visita, aún no hemos
podido comenzar”, dice, esperando que pronto se encuentre una solución.
La autora es periodista especializada en medicina integrativa y terapeuta holística.
marisafloresygemas@hotmail.com