¿Qué significa Reiki para mí? Es una pregunta que, en
principio, puede parecer sencilla pero no lo es. Para mí Reiki se ha
convertido en una herramienta de uso diario en mi vida, pero desde que
escuché por primera vez la palabra, y nadie sabía definírmela con
exactitud, me desconcertó y a la vez me llamó la atención. Y no es que
nadie supiese definirme lo que era Reiki, sino que había ciertos
términos en esas explicaciones que no me encajaban con la realidad que
había vivido hasta ahora. Se me presentaba como algo que a primera vista
de alguien que no conoce nada del tema puede sonar "mágico", y a mí, ya
de entrada, eso es algo que aunque me llamaba la atención no me daba
confianza. Había probado acupuntura y creo que fue por eso por lo que
conseguí comprender mejor el funcionamiento de Reiki, ya que conocía el
efecto que producen las agujas en ciertos puntos del cuerpo, cómo se
equilibra la energía que fluye por nuestros cuerpos en base a estimular
unos puntos u otros situados a lo largo de meridianos, cómo se eliminan
bloqueos, cómo, no sólo a nivel físico, sino también a nivel mental y
emocional se puede conseguir llegar a un estado de armonía. Pues Reiki
es más que todo eso.
Otra duda que me surgía era si para poder
hacer Reiki debería creer en "algo", es decir, si había algún tipo de
Buda o alguna religión extraña o algo parecido en lo que creer para
poder practicar Reiki, y no pude por menos que sorprenderme gratamente
cuando vi que era que no, que puede practicar Reiki absolutamente todo
el mundo, independientemente de su religión, y eso fue lo que me decidió
definitivamente a aventurarme en este mundo porque siempre había tenido
miedo a las sectas, y creo que todo lo desconocido nos lleva al menos a
dudar, Reiki es algo que no conoces, que todo el mundo que lo conoce te
lo pinta muy bonito, y si además te encuentras en un momento de tu vida
en el que estás de "bajoncillo", pues qué mejor oportunidad para que te
intenten convencer de que ésto es tu salvación. Pero lo mejor de todo
es que Reiki es todo lo contrario a una secta, puesto que en una secta
te "intentan convencer" de que tienes que estar allí, que tienes que
asistir, etc. Y cualquier escuela de Reiki, que no sea una secta
lógicamente, es todo lo contrario, te enseñan lo que es Reiki, para lo
que sirve, y lo que puedes conseguir practicándolo. Un maestro te inicia
para que lo puedas practicar y te marchas a tu casa con un manual y con
tus manitas, y si no quieres volver por allí ni volver a ver a nadie de
la gente que has visto allí no vuelves nunca más, pero puedes practicar
Reiki para siempre. Sorprende ¿verdad? pues es la realidad.
Yo he sido creyente toda mi vida, Dios ha
formado parte de mi vida desde siempre, algunas etapas he sido más
practicante que otras, pero por diversos motivos, y ahora desde que
practico Reiki, he descubierto una forma más activa de comunicación con
Dios. Cuando rezo, de alguna manera "conecto" con Dios, hablo con Él,
pues del mismo modo, cuando inicio una sesión de Reiki, hablo con Dios,
le pido que me haga llegar la energía y la fuerza suficiente para poder
sanar aquello a lo que vaya destinada mi sesión de Reiki en ese momento,
y realmente siento que me escucha. Porque para hablar con Dios no hace
falta mantener un diálogo verbal, y eso es algo que con Reiki he
descubierto de una manera impresionante. Realmente se siente la energía,
se siente fluir a través de nuestros cuerpos, es una sensación tan
agradable y que sientes que sana, que equilibra, que armoniza, es
maravilloso, pero por mucho que yo explique, a quien lo lea y no lo
conozca le pasará como a mí me pasaba antes de conocerlo, que le sonará
como poco extraño.
En una de las
múltiples definiciones de energía se dice algo como que "casi siempre
que algo se mueve o cambia se usa energía", entonces podemos comprender
que la energía hace que en nuestros cuerpos y en nuestras mentes haya
cambios y lo que hacemos con Reiki es hacer llegar esta energía para
producir estos cambios en forma de sanación.
Para un creyente, Reiki se convierte en
una forma diferente de "conectar" a la oración, puesto que es algo más
físico, pero así mismo tiene muchas similitudes con la oración, con las
peticiones, con el agradecimiento. Una sesión de Reiki se inicia
pidiendo que nos llegue la energía, y se finaliza agradeciendo la
energía, tanto la petición como el agradecimiento se puede hacer a quien
uno quiera, los creyentes aprovecharemos la oportunidad para pedirle
esta energía a Dios, un musulmán se lo pedirá a Mahoma, un ateo se lo
puede pedir al Universo, a un ser superior, etc. Cada persona se lo
puede pedir a lo que más le llene el corazón y la energía llega de igual
manera y funciona lo mismo. Para mí, como creyente, Dios creó el
Universo, por lo cual prefiero pedirle a Dios que me conceda la
posibilidad de obtener la energía que necesito para sanar con Reiki,
porque Dios engloba TODO, no hay nada superior a Él, entonces ¿qué mayor
motivo puedo tener? Ninguno. Y además de darnos la energía, Dios nos
concede la posibilidad de sanar con nuestras manos, tanto a nosotros
como al prójimo, ¿quién sino Dios nos podría conceder tal don?
Un problema que puede surgir con la
práctica del Reiki para quien no controle su mente y sus emociones, es
que, como se comprueba que funciona, se puede caer en un sentimiento de
omnipotencia, sentimiento que nos alejaría del fin mismo del Reiki y por
supuesto de nuestra capacidad sanadora, puesto que supondría un
problema, un bloqueo. Por esto mismo para alguien creyente, que ama a
Dios sobre todas las cosas, este problema no puede surgir, porque
comprende perfectamente quién es Dios y quién somos nosotros, y esta es
la base de todo, saber en qué lugar estamos cada uno de nosotros en la
vida. En esta maravillosa vida que nos ha dado Dios.
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