AUTOR: http://www.fnd.cl/sida.htm
07
de Diciembre de 2007
SIDA: Buenas Noticias
por Alejandro
Hernández *
Cuando
comencé el trabajo de ayuda terapéutica personal hace seis años, como
Maestro y Terapeuta de Reiki, nunca imaginé el enorme alcance de la
Medicina Natural en un mundo que requiere con urgencia respuestas
naturales, verdaderas y profundas ante el incremento desmedido de
variadas dolencias y desafíos de salud como el estrés o el vih/sida.
En
Chile, América Latina y El Caribe se deben buscar mejorar la eficacia de
la intervención individual e institucional sobre el vih/sida. Un millón
seiscientas mil personas ya son portadores del virus en al región y
140.000 lo adquieren cada año. Los sistemas de salud por su parte,
diseñan políticas y estrategias reactivas, no preventivas. Menos a un
diseño que dirija los esfuerzos a superar la enfermedad y el desafío
personal que esta conlleva.
Por
eso es que hoy comparto con ustedes, el abordaje holístico e integral
que desde mi especialidad (discapacidad y medicina natural) he comenzado
junto a otros profesionales de la medicina alternativa, con el fin de
ayudar a sanar a niños, jóvenes y adultos afectados por el VIH, cuyo
impacto aumenta cada día en el mundo.
Dedico
estas líneas a las personas con vih/sida, a los que ya comenzaron sus
Tratamientos de Reiki y a los familiares que les acompañan a diario. Les
insto desde ya a trabajar sus desafíos con voluntad, disciplina y amor.
Lo
primero que quiero compartir con ustedes es que el camino de la sanación
es posible, que las dolencias así como llegan se van, pero esto implica
decisión, confianza y disciplina. Lo segundo, es que resulta de vital
importancia que la persona una vez que recibe la noticia de que es
portador del virus, debe ponerse de inmediato en tratamiento con un
terapeuta de Medicina Natural Reiki. No dejar pasar más tiempo, no darle
ni una sola ventaja al virus. Porque el vih no es muerte, sino una
posibilidad de vida.
Comenzar
con este tratamiento natural, significa ganarle desde el principio a la
desesperanza, a la depresión, a la baja de la energía vital y a la
falta de información. Todos factores que requiere el virus para avanzar.
Al no tenerlos se desconcierta. Lo que arroja el cuerpo a través de los
exámenes ortodoxos es una señal, una luz amarilla de alerta. Es como
enfrentar un semáforo, pero eso sí, aquí depende del trabajo individual,
que esta luz pase a verde o a rojo.
El
virus significa mucho más que un síntoma, un conteo de defensas, un
análisis de carga viral, un pronóstico incierto o diferentes
combinaciones de drogas. Toda enfermedad marca el inicio de un profundo
camino de búsqueda: es una puerta que se abre al encuentro consigo
mismo, una fuente inagotable de transformación, desarrollo y crecimiento
personal. Una verdadera oportunidad.
No
hay radiografía que revele el grado de estrés, ni escáner que fotografíe
la desesperanza o una profunda pena. No hay bono ni sistema de salud
que pueda cubrir el dolor o la falta de amor. No hay droga alguna que
nos ayude a amar y amarnos a nosotros mismos. A amarnos, porque el mayor
desafío que implica el trasfondo del vih, es derribar todas las
barreras que impiden amar con total entrega, amor, dicha y conciencia.
Tal
vez no exista un virus más letal que el desamor. Así dice textual el
libro "Sida: Buenas Noticias" de los argentinos Carlos Blanco y Jorge
Luís Giacosa, con quienes me siento tremendamente identificado por el
aprendizaje que ha significado para ellos el trabajo que iniciaron hace
una década en su Fundación Sida - Visión Alternativa.
Desde
mi experiencia he aprendido que la discapacidad y el virus del vih
tienen mucho en común. Cuando llegan, ambas se vivencian como un golpe
en la cabeza, un duelo. En ambas existe cierta tendencia a la depresión,
a la desesperanza y al estrés, los que hay que saber transformar en
acción constructiva, humana y positiva. Reaprender a relacionarse con
uno mismo, con nuestros aspectos cognitivos, sentimientos y actos
diarios, resulta fundamental en esta etapa del aprendizaje.
Donde
hay sida existe discapacidad. Donde hay discapacidad hay portadores de
sida. He aprendido que para trabajar este tema hay que desarrollar día a
día la capacidad de entrega, empatía, amor y entendimiento. Aprender
que la salud es como un trípode, implica tres planos: La mente
(emociones y sentimientos), el cuerpo y el espíritu: la energía que hace
mover transforma al cuerpo físico.
Reiki
trabaja los tres planos y lo más importante: con amor. Lo que hace es
devolverle a la persona la capacidad de autosanación y transformación a
través de sesiones que proyectan y elevan cada vez la energía vital del
paciente, tarea que resulta fundamental y trascendente a la hora de
superar el virus o cualquier otro desafío de salud.
Reiki
nos ayuda maravillosamente a conectarnos con nosotros mismos, a superar
traumas de infancia, juventud o adultez que impiden nuestra sanación,
nuestra entrega en el amor y como consecuencia benigna, la superación
total de nuestros desafíos en salud.
En el
caso del vih tenemos pacientes que luego de un proceso terapéutico
sostenido en el tiempo con Terapia de Reiki, han logrado tener a raya el
virus. En la mayoría de los casos, los exámenes han arrojado un alza
importante de las defensas, en otros ha dejado como "indetectable" al virus .
Junto con esto, cada persona comienza un proceso personal de cambio y
transformación interna e individual. Esta es la Buena Noticia.
Vih
es una señal mundial, una oportunidad para que nos acerquemos y
encontremos en lo natural y dejemos de lado lo químico. En la historia
de nuestra Fundación, la incorporación de la Terapia de Reiki
revolucionó la visión tradicional de rehabilitación que se tenía.
Literalmente "desempañó los espejos de nuestros lentes". Los excelentes
resultados que hemos comenzado a ver en pacientes con vih nos hacen
desear compartir esta buena noticia con todo el mundo.
Recordemos
que el caldo de cultivo del vih (y cualquier otra enfermedad) es el
miedo, la culpa y la soledad. Suele propagarse merced de la
desinformación, la inseguridad y las verdades a medias.
En este sentido
el trabajo integral que realizamos como profesionales en la "Clínica de
Reiki", al alero de la Fundación Nacional de Discapacitados, significa
un remedio de un valor incalculable para esta enfermedad que no se llama
sida, sino desesperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario